Cantera tecnológica para la Inteligencia Artificial
La matemática es un conjunto de lenguajes conceptuales, artificiales y simbólicos altamente elaborados para la comunicación entre las personas, cuyo aprendizaje permite resolver problemas vitales para el funcionamiento de la sociedad. Se encuentran presentes en la realidad cotidiana, posibilitando la propia existencia de las relaciones sociales. Tanto es así que sin esta ciencia las personas no podrían realizar la inmensa mayoría de las transacciones económicas que tienen lugar habitualmente, de forma directa o indirecta. En muchas ocasiones es transversal, interviniendo en las distintas fases del proceso de producción de bienes y servicios. Desde el diseño, simulación y prototipado de los productos, hasta la optimización de las ventas y la organización de las empresas para ofrecerlos al mercado, terminando en el análisis de los datos producidos por la experiencia del usuario y su relación con los hábitos de consumo. Basta imaginar simplemente qué sería hoy en día el transporte sin la optimización logística y las comunicaciones sin la existencia de Internet para darnos cuenta de la importancia de las matemáticas para nuestra vida cotidiana.
La continua acumulación de conocimiento matemático es un factor clave para explicar tanto el crecimiento como el desarrollo económico, tecnológico y social a lo largo de la historia. La investigación paleontológica ha acreditado que las matemáticas ya eran utilizadas por las comunidades más primitivas e incluso existen evidencias de conocimientos rudimentarios de cáculo con anterioridad a los primeros registros escritos. Más adelante, grandes civilizaciones como la mesopotámica o la egipcia aplicaron sus conocimientos matemáticos en aritmética y geometría para predecir la fertilización de las cosechas mediante las inundaciones del Nilo, redistribuir las parcelas, contabilizar el ganado, recaudar impuestos, hacer censos, dimensionar los ejércitos, etc. A su vez esos avances sirvieron de base para ampliar el campo de estudio de las matemáticas en Grecia, periodo que añade otras contribuciones decisivas en el ámbito de la astronomía y la lógica, además de la transferencia de conocimientos matemáticos a la arquitectura o la escultura como la famosa proporción áurea. Todos estos avances fueron retomados siglos después en la época del Renacimiento. En definitiva, el lenguaje universal de las matemáticas y sus avances científicos no son solo una pieza clave del acervo cultural de la humanidad, sino también constituyen una parte fundamental de la capitalización económica de las diferentes sociedades en las que se producen los avances científicos. La matemática es por tanto un bien que se transmite entre generaciones y constituye lo que Raymond Wilder expresa como "un bien de propiedad colectiva", cuyo uso y aplicación permite el avance económico y progreso tecnológico a lo largo de la historia.
La intensidad creativa de la ciencia matemática se ha acelerado notablemente en los últimos cuatro siglos y su aplicación a otras disciplinas (física, química, ingeniería, etc.) así como a otras actividades productivas ha sido excepcional. La matemática es lo que subyace en todas las disrupciones tecnológicas desde el siglo XVIII hasta la actualidad, momento en el que está ayudando sigilosamente a dar forma a nuestro mundo mejorando el conocimiento científico y contribuyendo a generar valor en prácticamente todos los sectores. Muy especialmente en este siglo XXI cuando se está produciendo un cambio de paradigma en la medida que la matemática ha pasado a ser directamente la materia prima de la Cuarta Revolución Industrial. Es lo que permite mediante modelizaciones complejas el análisis de los datos, trabajando sobre algoritmos la creación de la Inteligencia Artificial y la computación cognitiva, o contruyendo la base práctica y teórica que fundamenta la nueva computación cuántica. Sin investigación, formación y transferencias matemáticas no existirían tampoco la economía y la ingeniería en la forma que ahora las conocemos. Pero tampoco los medios de información, la banca, la telefonía y el propio funcionamiento del estado y todo el conjunto de administraciones públicas con todos sus servicios.
Las matemáticas son un bien público, pero de acceso limitado
A semejanza de otras producciones colectivas como la lengua, la investigación matemática y el uso intensivo de esta ciencia presenta algunas características de bien público. Una vez enunciado y demostrado un teorema su primer uso no agota que pueda ser empleado por el resto de la humanidad posteriormente o incluso en otros ámbitos diferentes, con independencia del tiempo y el espacio. Es lo que se conoce como 'bien no rival'.
Sin embargo, a diferencia de otros bienes públicos puros (como el aire o la defensa nacional), las matemáticas presentan un coste de acceso que consiste en el aprendizaje. Este hecho restrinje notablemente la entrada, porque es más elevado cuanto menor es la capacidad para conseguirlo. Tiene por lo tanto un claro principio de exclusión, que puede ser fomentado por las administraciones públicas o minorado mediante la promoción de la meritocracia académica.
Hoy en día se tiene un conocimiento mediante dato empírico contrastado en muchos países sobre la forma de reducir esta exclusión que se produce en la asignatura de matemáticas. Sin ser exhaustivos destacan los siguientes: evaluación anual del desempeño de los profesores, información accesible a las familias sobre la calidad de los centros, mejora del nivel curricular, selección del profesorado por habilidades pedagógicas contrastadas, promoción de los mejores profesores a los centros más conflictivos o con peores resultados académicos, ayudas económicas a los estudiantes más desfavorecidos, acompañamiento desde el centro a las familias que no terminan de comprender la importancia de la ciencia matemática para el progreso económico de sus hijos, etc. Sorprende por tanto sobremanera que sean precisamente estas medidas las que faltan en las diferentes administraciones públicas españolas.
Así pues, el cumplimiento del principio de exclusión por los costes de acceso provoca que las matemáticas sean un bien público pero al mismo tiempo limitado. Es decir, sería equivalente a la pertenencia a un club con la diferencia de que la cuota no es económica sino de aprendizaje y de oportunidades. Y como acabamos de explicar, estas barreras pueden estar minoradas o aumentadas según el país esté gobernado por una élite inclusiva o extractiva.
El problema de países como España donde las élites extractivas consiguen perjudicar a la sociedad mediante una instrucción matemática de baja calidad, es que las barreras afectan no solo a la promoción económica futura de cada niño sino muy especialmente al mercado laboral donde las empresas no consiguen encontrar la cantidad necesaria de transmisión de conocimiento ni de investigación antes mencionada como acervo cultural. Así que la sociedad debe estar advertida y protejerse mediante asociaciones que faciliten el ejercicio de sus derechos recogidos en la ley educativa y sobre todo para hacer frente a esos grupos de poder inicuos mediante una férrea defensa de sus intereses, centrados en el justo deseo de prosperar. Pues no descansan y conspiran permanentemente en su contra hasta el extremo de producir la ruina económica y social de las familias durante generaciones.
Las matemáticas como bien privado
Otro enfoque para el análisis de la naturaleza económica de las matemáticas es la que considera su calidad de bien privado, teniendo en cuenta los beneficios que atesoran quienes tienen el conocimiento de la ciencia. En el caso de las familias se trataría de los futuros réditos económicos que conseguirán los niños si adquieren un nivel elevado de conocimiento.
Desde esta perspectiva las matemáticas pueden ser entendidas como un activo que se lleva encima si se produce esa inversión incial de aprendizaje (los costes de acceso mencionados), pues a lo largo de la vida laboral entrega un flujo de beneficios principalmente económico, pues esas personas estarán capacitadas para emplearse en la nueva sociedad tecnológica. El sistema educativo tal y como ahora está concebido no entrega esa formación en condiciones aceptables y por lo tanto provoca la expulsión del mercado laboral de los jóvenes a medio plazo. Pero a largo plazo produce un desempleo masivo impidiendo una base fiscal suficiente para pagar las pensiones y las nóminas de los trabajadores públicos y funcionarios.
Una buena formación matemática solo tiene beneficios y además son fácilmente predecibles, especialmente cuando se conoce el abismo de desempleo y precariedad laboral al que se enfrentan los niños que ahora están siendo escolarizados. El problema en este sentido es la desinformación provocada a las familias desde los medios por la presión política, escondiendo tanto la importancia de este conocimiento como los grandes cambios que van a producirse en el mercado laboral. No obstante, ese esfuerzo de manipulación permanente no puede justificar la desidia de algunos padres. Es por tanto responsabilidad de las familias mantenerse correctamente informados y obrar en consecuencia preparando sus hijos a pesar de todos los impedimentos que trabajan en su contra.
Tenemos la fórmula
De esta sencilla fórmula se obtiene una serie de conclusiones relevantes. En el lado de los costes, cuanto mayor sea el apoyo público para disminuirlos mayor será el incentivo para extender el stock de conocimiento matemático entre los individuos de una determinada comunidad. Pero viceversa, cuanto menor sea ese apoyo menor será también el acervo matemático acumulado. En el lado de los beneficios, cuanto mayor sea el salario que retribuya ese conocimiento y más facilidades se entreguen más incentivos existirán para que la sociedad se embarque en el aprendizaje matemático.
Por lo que respecta a los costes de aprendizaje es importante entender que no se trata solo del tiempo o el dinero necesario para conseguirlo, sino muy especialmente también de todos los 'costes ocultos' que podría incorporar un deficiente sistema de instrucción. Por ejemplo cuando no se informa sobre la calidad de los centros y los profesores. De hecho son las administraciones quienes estabulan a los niños en los colegios por la proximidad a la vivienda y según una baremación, sin entregar a las familias en contrapartida un informe claro y objetivo sobre el valor añadido del centro asignado y la calidad del profesorado para que puedan rechazar la opción asignada si no les conviene. Este motivo y otros análogos producen en su conjunto que la educación haya dejado de ser un ascensor social, convirtiéndose muchas escuelas en auténticos agujeros negros para la formación en la medida que incapacitan a los estudiantes para su empleabilidad futura, provocando un abandono escolar temprano masivo. Desgraciadamente las familias también desconocen esta información en muchos casos y escolarizan confiadas y tranquilas a sus hijos provocándoles un aprendizaje deficiente, que mengua su prosperidad futura hasta el extremo de cronificarles en la pobreza. Pero la administración que asigna sí tiene esa información estadística y series temporales socioeconómicas, aunque no las revela.
Por lo que respecta a los beneficios se encuentra no solo el mejor salario por la mejor formación, sino también una mejora económica general para todo el país a largo plazo en la medida que se consigue movilidad social por la eliminación progresiva de la pobreza. Además, como supone un cierto ejercicio de oposición y desobediencia sutil al trabajo constante de las élites por emprobecer el cuerpo social, las estructuras familiares se vuelven más fuertes y cohesionadas por un principio de unidad superior que consiste en mejorar su situación económica contra los intereses de las oligarquías que trabajan sin descanso para provocar la destrucción del bienestar material de la infancia. Los padres que perseveran enseñando cada día matemáticas a sus hijos en casa demuestran en el fondo una actitud de lucha tenaz que doblega la iniquidad del sistema, derrotando en sus hogares a quienes buscan la ruina de sus hijos.
Hay que actuar rápido antes de que sea demasiado tarde
Las matemáticas son responsables directas en España de un millón de ocupados, lo que representa alrededor del 6% del empleo en 2016 y de más del 10% del PIB. Asimismo, si se añade su impacto indirecto sobre el resto de actividades económicas entonces serían las responsable del 19,4% del empleo y del 26,9% del PIB. La informática, las actividades financieras, los servicios de telecomunicaciones y la energía son las áreas que más se benefician del desarrollo de esta ciencia. Pero su impacto está presente en todos los eslabones del proceso productivo, desde el diseño a la optimización de tareas de cualquier industria.
A pesar de que las cifras puedan resultar llamativas, aún queda camino por recorrer porque el país se sitúa por detrás del resto de estados europeos. En Reino Unido, Francia y Holanda las matemáticas son las responsables directas de más del 10% del empleo. Esta brecha no responde a una falta de productividad sino:
- a la economía española que destaca por estar muy rezagada en profesiones de intensidad matemática y
- al sistema educativo que es muy deficiente en la transmisión del conocimiento científico y tecnológico.
Según Eurostat en España alrededor del 30% de las ocupaciones son intensivas en esta ciencia, mientras que la media de la Unión Europea-15 oscila en el torno del 40%. Si en las empresas nacionales hubiera la misma proporción de graduados en ciencias e ingenierías que en Francia la productividad del trabajo aumentaría un 2,2%.
Pero esta diferencia no parece que vaya a suavizarse en un futuro cercano, pues según la agencia de la UE Cedefop (Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional) las previsiones de crecimiento de este tipo de ocupaciones son menores para España (0,47% anual) que en la UE 15 (0,59% anual), lo que agravará todavía más la diferencia actual.
Es urgente ampliar la presencia de las matemáticas en los programas educativos, empujando las familias desde dentro para que esto suceda. Son las familias quienes con sus impuestos sostienen las nóminas de los políticos, los profesores y el mantenimiento de los centros. Hay que tener muy claro desde el primer momento que es obligación de los contribuyentes exigir un retorno de calidad a cambio de los impuestos... porque quien paga manda. De momento a cambio de un gasto creciente el número de graduados en el área STEM (acrónimo de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) no para de ir a menos en España a pesar de que en los próximos tres años se demandarán en este campo más de un millón de empleos. La escasez es una oportunidad, la ciencia matemática una virtud. Las familias tienen que espabilar si no quieren perder esta gran oportunidad.
¡Todavía estamos a tiempo!
Documento de referencia: Impacto socioeconómico de la investigación y la tecnología matemáticas en España